Esta semana, El Salvador se convirtió en el escenario donde dos promesas cubanas, Diego Armando Martínez Ramírez de Sancti Spíritus y Royman Ramos Pérez de Villa Clara, conquistaron el oro en la prestigiosa Olimpíada Centroamericana y del Caribe de Química. Con la participación de 22 talentosos estudiantes de diferentes países de la región, nuestros compatriotas destacaron, llevándose los máximos honores en las categorías de mejor nota y mejor examen teórico, respectivamente.

El reconocido profesor Rafael Rodríguez, de la Universidad de La Habana y líder de la comitiva cubana, expresó con orgullo a los medios que sus alumnos habían cumplido, y de qué manera, las expectativas puestas en ellos.

Por su parte, Diego extendió un sentido reconocimiento a Agustín Plasencia Calero, su mentor en química. Plasencia, con una trayectoria de 41 años en la formación de jóvenes, ha sido el pilar en la preparación de más de 200 aspirantes en estas competencias.

El Programa Jóvenes Talento de El Salvador, encargado de la organización, tiene como misión no solo detectar a los nuevos prodigios de la química, sino también avivar la pasión por esta ciencia en los jóvenes centroamericanos y caribeños, preparándolos para desafíos aún mayores.

Y es que, en la arena internacional, Cuba ha dejado huella este año. En julio, César Endris Acosta Martínez y Erick Jordan Valdés Abreu se colgaron medallas de bronce en la 55ª Olimpíada Internacional de Química en Suiza. Tras seis años sin figurar en el podio, Cuba resurgió en el panorama científico internacional gracias al esfuerzo de estos dos jóvenes, egresados de prestigiosos institutos preuniversitarios cubanos.

Esta misma competencia, que contó con la participación de 90 naciones, evaluó a sus concursantes tanto en teoría como en habilidades prácticas de laboratorio.

La racha de éxitos no paró ahí. En la XXV Olimpíada Matemática de Centroamérica y el Caribe, celebrada también en El Salvador, Ián David Lorenzo García y Dalia Oliver Ballesteros se alzaron con medallas de plata, posicionando a Cuba en un meritorio quinto lugar con un total de 58 puntos.

Estos logros demuestran que el talento cubano sigue floreciendo y que el futuro de las ciencias en la isla es brillante y prometedor. ¡Felicidades a estos jóvenes y a quienes los guían en su formación!