En un mundo digital donde la polémica parece ser la moneda de cambio para conseguir clics y visualizaciones, es refrescante encontrar voces que se distancien de esta tendencia. Es el caso de Daniela Reyes, la youtuber cubana que ha decidido proteger su paz a pesar de las tentaciones de la polémica.

Aunque el mundo de las redes sociales puede ofrecer muchas oportunidades para quienes buscan capitalizar la controversia, Daniela ha elegido un camino diferente. En una reciente transmisión en vivo por Instagram, la influencer se abrió sobre su enfoque: “No soy una muchacha que le gusta la polémica, ni que me gusta la controversia, ni que me guste llamar la atención”, afirmó.

De hecho, Daniela reveló que, aunque las transmisiones en vivo pueden ser un medio poderoso para conectar con la audiencia, evita hacerlas a menudo debido a los malentendidos que pueden surgir y cómo estas se prestan a tergiversaciones y polémicas.

Esto no significa que no entienda la dinámica de las redes sociales y cómo la controversia puede aumentar la visibilidad. Como youtuber, es plenamente consciente de que su sustento proviene de la publicidad y monetización en estas plataformas. Sin embargo, ha optado por un camino que le parece más auténtico y conectado con su audiencia: «Siento que mi contenido se para solo porque es un contenido que conecta con otras personas», expresó.

Este deseo de mantenerse alejada de la polémica también podría explicar su silencio tras la ruptura con Yomil Hidalgo. En lugar de utilizar la situación para generar atención, Daniela optó por mantenerlo privado, una decisión que muchos de sus seguidores han respaldado.

En tiempos donde la vida privada a menudo se sacrifica en aras de la fama y el reconocimiento, es admirable que figuras como Daniela Reyes elijan proteger su paz y ofrecer un contenido genuino y sincero. Esta postura, lejos de alejarla de sus seguidores, parece haber fortalecido el vínculo con ellos, mostrando que no siempre es necesario seguir las normas no escritas de las redes sociales para tener éxito.